Es normal ver a una persona que ha muerto. También puede escuchar su voz, sentir su presencia o incluso encontrarse hablando con ellos. A menudo puede suceder cuando menos lo esperas. Esto sucede a menudo porque su mente ha olvidado temporalmente que han muerto o porque su cerebro está tratando de procesar la muerte y reconocer su carácter definitivo.

Puede sentirse muy ansioso después de que alguien muere. Esto a menudo incluye sentir pánico, falta de aire o palpitaciones. Un ataque de pánico completo puede ser una experiencia muy aterradora. Puede hacerte sentir mareado o confundido, desmayarte o incluso enfermarte. 

Es normal seguir repitiendo los detalles de la muerte de alguien en tu cabeza. Particularmente cuando la muerte fue súbita, inesperada o traumática. Esta es la manera que tiene la mente de lidiar con lo que sucedió.

Sin embargo, a veces, después de una experiencia traumática, las imágenes mentales perturban mucho a las personas, que en una forma grave pueden convertirse en un trastorno de estrés postraumático (TEPT). Aquí es cuando podría ser el momento de pedir ayuda. 

Es normal sentirse entumecido en los días posteriores a la muerte de alguien. El shock puede tener este efecto, y al principio puede continuar como si nada hubiera pasado. Es difícil creer que alguien importante no va a volver .

Muchas personas se sienten desorientadas, como si hubieran perdido su lugar y propósito en la vida o estuvieran viviendo en un mundo diferente. 

Las personas reaccionan al duelo de maneras muy diferentes. Algunas personas descubren que lloran con mucha frecuencia y pueden sentirse abrumadas por la fuerza de sus emociones.

Otros pueden sentirse entumecidos durante algún tiempo o sentirse incapaces de llorar. Algunas personas experimentan oscilaciones entre los extremos. Es posible que descubra que estas diferencias pueden causar conflictos, ya que las personas experimentan emociones conflictivas al mismo tiempo. Pero es importante recordar que todas estas reacciones son normales. No refleja cómo te sentiste acerca de la persona que murió.

Después de que alguien muere, es posible que experimente molestias, dolores, náuseas y otros síntomas de enfermedad. Todas estas son reacciones normales al duelo, pero pueden ser muy angustiosas. 

Es normal tener problemas para dormir después de que alguien muere. Es posible que tenga miedo de irse a dormir debido a las malas pesadillas. O puede que le resulte difícil conciliar el sueño porque su mente está acelerada. A veces, puede soñar que la persona que murió todavía está viva y despertarse es doloroso.

Es normal ver a una persona que ha muerto. También puede escuchar su voz, sentir su presencia o incluso encontrarse hablando con ellos. A menudo puede suceder cuando menos lo esperas. Esto sucede a menudo porque su mente ha olvidado temporalmente que han muerto o porque su cerebro está tratando de procesar la muerte y reconocer su carácter definitivo.