Merlín y su pacto con las Moiras del destino

Había una vez un hombre llamado Merlín, quien tenía todo lo que podía desear: riqueza, éxito, belleza y poder. Sin embargo, a pesar de todo lo que tenía, Merlín estaba insatisfecho y triste. Un día, mientras caminaba por el bosque, escuchó una voz suave que lo llamaba. Era Λάχεσις Láquesis una de las Moiras del Destino, las Diosas encargadas de tejer el destino de todos los seres vivos. Escuchar Podcast

Merlín se acercó a la Moira y, sin pensarlo dos veces, le pidió que le quitara la vida a aquellas personas que consideraba un obstáculo para su felicidad. La Moira le dijo que accedería a su petición, pero que tendría que tener en cuenta las  consecuencias de sus acciones. Merlín, desesperado, aceptó y la Moira comenzó a tejer el destino de aquellas personas.

Sin embargo, al poco tiempo, Merlín se dio cuenta de que, aunque aquellas  personas ya no estaban en su camino, su vida seguía siendo igual de infeliz. Descubrió que las personas que había elegido para morir eran en realidad las que más lo querían y le brindaban amor y apoyo incondicional. Además, su acción había causado un gran daño en la vida de aquellos que les querían.

Merlín decidió arrepentirse de sus acciones y pidió perdón a las Moiras del Destino.  Éstas le dijeron que no podían revertir su decisión, pero que podía tratar de compensar su acción haciendo el bien a los demás. Merlín, apenado, decidió dedicar su vida a ayudar a los necesitados y hacer el bien en todas partes donde fuera posible.

Por ello decidió convertirse en Mago de la noche y Psicólogo del día, ayudando a personas en todo el mundo, restableciendo la paz mental de almas solitarias que divagaban en el mundo de las tinieblas y de la depresión, Merlín siendo hijo de la noche regida por la luna y del día regido por el sol. Tuvo gran patrocinio y apoyo por parte de las Moiras del destino, bendiciéndolo con la inmortalidad, de día era un Ángel ejerciendo como Psicólogo y de noche como Animago con el poder de convertirse en Halcón o cualquier criatura protectora que cuidaba del sueño de sus amigos, evitando que las fuerzas del inframundo robaran sus almas. Merlín ahora tiene la habilidad de alimentarse del néctar suave y delicado de los prematuros humanos que a su corta edad deciden quitarse la vida, cediendo sus años de vida restantes al enigmático mago, que aún en las noches de luna llena invoca las Moiras y comparte con ellas sin la intención de quitarle la vida a nadie. Sin embargo, aquellos pequeños jóvenes que voluntariamente deciden acabar con sus vidas le ceden su juventud, vigor y longevidad interrumpidas al misterioso Mago Merlín amigo de las Moiras.

Con el tiempo, Merlín encontró la paz y la felicidad que tanto había buscado. Aprendió que el destino de las personas no depende de su estado de ánimo sino de las decisiones que están toman en su senda espiritual y evolutiva.