Aprenda a sanar tu niño interior
La infancia es un período de alegría e inocencia para la mayoría de las personas. La infancia también significa un período de preparación para la edad adulta. Para muchas personas, la infancia es una época en la que aprenden y juegan. Sin embargo, muchas personas crecieron en circunstancias difíciles, lo que puede dificultar la relación con niños con infancias felices. Debido a esto, es importante comprender los aspectos positivos de la niñez y cómo sanar al niño interior puede mejorar la vida.
El término ‘niño interior‘ se refiere a la parte de tu mente que permanece como un niño durante toda la vida. Se considera que la mente es un niño hasta alrededor de los 25-28 años; después de esa edad, se convierte en un adulto. Incluso después de ese punto, algunas personas siguen siendo infantiles en sus mentes, de ahí el nombre de «niño interior«. La niñez es un tiempo para aprender y explorar; como resultado, es esencial que los niños tengan experiencias felices mientras se desarrollan mentalmente. Por el contrario, los adultos que nunca olvidaron su dependencia infantil deberían reconsiderar seriamente sus vidas.
Una fuerte identidad personal se identifica temprano en la vida a través del juego. La mayoría de los niños aprenden a tener confianza en sí mismos jugando y cometiendo errores. Esto ayuda a las personas a desarrollar un sentido de control sobre sus vidas. El control es una parte esencial de la salud mental; sin ella, las personas se sienten impotentes para superar los problemas de sus vidas. Por el contrario, aquellos que se sienten poderosos aprenden a tomar el control de sus situaciones siguiendo el camino que eligen. Aprender estas habilidades requiere tiempo de juego, maestros y mentores. Esencialmente, tener un niño interior fuerte ayuda a formar una fuerte identidad propia.
El juego en el que participan los niños enseña lecciones sobre la amistad y la familia. La mayoría de los niños aprenden a interactuar con los demás jugando con miembros de la familia. Estas interacciones enseñan a las personas a ser amigables y compasivas con los demás. Además, jugar juegos con miembros de la familia ayuda a las personas a formar vínculos con los demás a medida que envejecen. Los niños también aprenden sobre sus padres a través del juego; a través de este proceso, aprenden cómo complacer a la gente y crear experiencias felices para ellos.
Sanar al niño interior implica volver a aprender las alegrías del tiempo de juego a través de la experiencia regular. Para hacer esto, primero debe volver a aprender su estado natural como un niño, sin tener en mente la adultez aprendida o la adultez. Esto significa dejar de lado cualquier adultez aprendida, como la responsabilidad o la soberanía, para poder volver a ser un niño. Ser adulto también significa dejar de lado la infantilidad, aprender a dejar ir en lugar de aferrarse con demasiada fuerza para poder jugar de nuevo.
La vida vale la pena cuando te sientes cómodo con tus experiencias pasadas y has aprendido a tener confianza en ti mismo a través del tiempo de juego. El niño interior ayuda a formar una fuerte identidad personal desde los primeros años de vida. Restablecer una relación con el juego previene el estrés futuro a la vez que mejora la salud mental a través de la risa. ¡Rehabilitar al niño interior enriquece toda tu vida cada vez que te sueltas y te permites volver a ser infantil a través del juego!
Pastor García es un destacado Terapeuta Especialista en Terapia Regresiva Reconstructiva y en escuchar Personas, Consejero Escritor y Coach cuyo trabajo ha influido en la vida de miles de personas en todo el mundo, actualmente reside en Medellín, Colombia. Nacido en una familia con antecedentes de Depresión y enfermedades psicosomáticas, Pastor García fue enseñado sobre la difícil situación de la condición humana desde una edad temprana.
«Lo que es más importante para mí, es que mis pacientes reciban una terapia excepcional, brindada en el contexto de apoyo incondicional, sin prejuicios, aceptación, seguridad y compasión».
Cuando sea apropiado, permíteme alcanzar tu pasado y resolver aquellas cosas que aún pesan en tu alma. Juntos encontraremos una manera de trabajar en ello y encontrar las mejores soluciones para ti.