No es la Técnica es el Terapeuta el que Sana
No es la técnica, es el terapeuta el que sana. Las técnicas terapéuticas pueden ser muy eficaces y buenas en el tratamiento psicológico, sin embargo, si el terapeuta es malo e incompetente, estas técnicas serán vacías y carentes de efectividad.
Un buen terapeuta, independientemente de las técnicas que use, es un sanador y su presencia es suficiente para ayudar al paciente en su proceso personal.
Las técnicas terapéuticas, aunque sean necesarias en los diferentes procesos psicoterapéuticos como herramientas poderosas, generalmente no se requieren pues la experiencia de los años de práctica, destreza, sabiduría, capacidad de escucha, acompañamiento y la presencialidad del terapeuta son más importantes que cualquier técnica existente en el mercado.
Un buen terapeuta es consciente del poder sanador interno que existe dentro de él y del paciente y siempre vela para que el paciente descubra su grandeza Niño Interior Sano y el universo de posibilidades utilizando el acompañamiento como recurso, siendo este acompañamiento más importante durante el proceso terapéutico.
Adicional a esto, un buen terapeuta es alguien que sacrifica parte de su tiempo y de su vida amando, escuchando y sanando al paciente.
Más allá de catalogarlo como un sacrificio o algo que le cueste, es una pasión, un orgullo y un mérito poder escuchar activamente, sanar a partir de cada palabra y de la entrega desinteresada al paciente.
Constantemente, observo la frustración, la angustia, la tristeza y la incertidumbre que están experimentando muchos terapeutas, coaches, facilitadores, entrenadores y personas expertas en el campo del acompañamiento humano, al ver que sus esfuerzos académicos no son totalmente eficaces en los procesos terapéuticos con sus clientes, sin entender que, sobre las herramientas terapéuticas y los diferentes métodos para abordar un caso específico, es más importante estar presente en la vida del paciente y reconocer que son personas que han puesto sus vidas en nuestras manos.
Los pacientes saben, aunque sea inconscientemente, que los estás entiendo y si te interesas realmente en su historia.
Para lograr esto, es importante aprender a estar presentes en la vida de los clientes y en la propia.
Si estás presente en tu vida, entonces gozarás de conectar con las personas que acompañes en su proceso terapéutico y sanador.
Yo, Pastor García, realmente estoy muy feliz de ser terapeuta pues lo amo con todo mi corazón, con toda mi alma y con todos mis sentidos.
Si esos elementos, mencionados anteriormente, un profesional de la terapia no podría tener resultados como los que constantemente alcanzan las personas que he tenido el honor de acompañar en su camino.
Considero que soy un bendecido al saber que centenares de personas en el mundo han confiado en mí y me han elegido como su terapeuta en estos 25 años de vida profesional, de los cuales llevo 10 años haciendo mi trabajo en línea por los diferentes medios que existen actualmente.
Para concluir, déjenme insistir en esto: Aunque las técnicas son necesarias en muchísimos procesos terapéuticos, no son el centro de estos, solo son una de las herramientas eficaces. Es más importante la presencia real con la intención de acompañar y orientar a los pacientes a que descubran sus capacidades internas y puedan llegar al nivel al que desean en sus vidas, con un Niño Interior Sano, completamente libres de temores viviendo la vida en sus propios términos.
Pastor García es un destacado Terapeuta Especialista en Terapia Regresiva Reconstructiva y en escuchar Personas, Consejero Escritor y Coach cuyo trabajo ha influido en la vida de miles de personas en todo el mundo, actualmente reside en Medellín, Colombia. Nacido en una familia con antecedentes de Depresión y enfermedades psicosomáticas, Pastor García fue enseñado sobre la difícil situación de la condición humana desde una edad temprana.
«Lo que es más importante para mí, es que mis pacientes reciban una terapia excepcional, brindada en el contexto de apoyo incondicional, sin prejuicios, aceptación, seguridad y compasión».
Cuando sea apropiado, permíteme alcanzar tu pasado y resolver aquellas cosas que aún pesan en tu alma. Juntos encontraremos una manera de trabajar en ello y encontrar las mejores soluciones para ti.