Introducción
Sanar al niño interior es un proceso fundamental para nuestro bienestar emocional y psicológico. A lo largo de nuestras vidas, acumulamos experiencias y vivencias que, en muchas ocasiones, dejan heridas no resueltas en nuestra mente y corazón. Estas heridas pueden originarse en la infancia, una etapa crucial en la que nuestras primeras experiencias moldean gran parte de nuestra identidad y nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Si no prestamos atención a esas heridas, pueden manifestarse en nuestra vida adulta como bloqueos emocionales, patrones de comportamiento repetitivos o dificultades para establecer relaciones saludables. En este artículo, exploraremos por qué es tan importante conectar con esa parte vulnerable de nosotros mismos y cómo el proceso de sanar al niño interior puede liberarnos de cargas emocionales del pasado, permitiéndonos vivir una vida más plena y auténtica.
1 ¿Cuál es tu niño interior?
El niño interior es el libro de vivencias internalizado que aprendemos de niños sobre cómo lidiar con las emociones, los problemas, las relaciones y más.
Cuando nos convertimos en adultos, nuestro niño interior permanece dentro de nosotros y, a menudo, es parte de nuestra personalidad para enfrentar los desafíos. Es decir, si tu yo de 8 años alguna vez ha sido herido, aunque ahora seas un adulto, es ese yo de 8 años quien ha respondido a un conflicto similar en tu vida porque esa herida no ha sanado.
2 ¿Es real el niño interior?
Cuando lees la definición de «niño interior«, quizás te estés preguntando si el niño interior es real o solo un concepto o teoría psicológica. Por supuesto, en el fondo no tienes un niño tangible (a menos que estés embarazada). Aunque nadie puede ver la forma física del niño dentro de ti, es real. La mayoría de los psicólogos están de acuerdo en que tu niño interior es parte de lo que eres como persona.
3 ¿Qué es un niño interior herido?
Cuando un niño pequeño experimenta un trauma, hay heridas que eventualmente deben curarse. Si los padres del niño pueden tomar medidas para reducir el daño causado por la situación o evento, la sanación puede ocurrir inmediatamente después del trauma.
Pero si el niño no tiene una persona lo suficientemente confiable para ayudarlo a superarlo de una manera amorosa y adecuada, la herida no sanará y puede causar problemas en la edad adulta.
4 ¿Cómo se lastima nuestro niño interior?
Cuando nuestro niño interior se siente inseguro física, emocional, psicológica o espiritualmente, nuestro corazón se lastima y, como resultado, nuestro corazón pierde profundamente su inocencia.
Aquí hay una lista de diez experiencias de vida que pueden hacer que nos sintamos inseguros en este mundo:
- Te han enseñado que está mal tener tus propias opiniones.
- Te castigan cuando tratas de decir lo que piensas o actúas de manera diferente.
- Se le impide jugar o divertirse.
- No se te permite hacer lo que quieras.
- No está permitido mostrar emociones fuertes como enojo o alegría.
- Eres humillado por tus padres, familiares, amigos o compañeros de clase.
- A menudo eres criticado/abusivo verbalmente.
- Ha sido físicamente castigado, golpeado o maltratado.
- Estás obligado a asumir la responsabilidad de tus padres y su bienestar.
- No recibes afecto físico como besos y abrazos.
5 ¿Cómo saber si tu niño interior está herido?
El trauma infantil puede manifestarse en nuestra vida adulta de varias maneras. Aquí hay seis señales comunes de que su niño interior todavía está herido.
- Tienes un problema con los límites. Es difícil decir «no», no estableces ni impones límites, prefieres sentirte incómodo/violar tus propios límites que hacer enojar a los demás.
- Tienes un duro crítico interno. ¿Estás siendo demasiado crítico contigo mismo? Cuando logras algo nuevo, ¿te tomas el tiempo para celebrar, o te dices a ti mismo que podrías haberlo hecho mejor, dejas que los juicios sobre cómo deberías haberlo hecho mejor, etc. se apoderen de tu mente? ¿Crees que no importa lo que hagas, no es lo suficientemente bueno para ese crítico interior?
- Tienes un sentido debilitado de ti mismo. Si te enseñaron desde una edad temprana a poner la felicidad y la comodidad de los demás por encima de la tuya, probablemente desarrollaste el hábito de cambiar tu personalidad en función de con quién estabas. Si bien es una técnica de supervivencia en su vida temprana, cambiar su personalidad en función de las personas que lo rodean, en la edad adulta es probable que lo deje inseguro de quién es realmente.
- Estás muy ansioso: ya sea con nuevas personas, nuevas experiencias, nuevas experiencias o nuevos lugares, experimentas altos niveles de ansiedad cuando entras en cualquier tipo de situación nueva. Hay una sensación de falta de control que te hace sentir incómodo. Tu ansiedad aumenta cuando no sabes predecir lo que sucederá, cómo se comportarán los demás, etc.
- Necesitas tranquilidad constante. Al igual que la cuestión de los límites, aprender a ser complaciente con las personas desde una edad temprana te deja incapaz de consolarte a ti mismo, por lo que buscas constantemente la aprobación del mundo exterior. Si nadie te lo dice, puedes sentirte como un fracaso.
- Tiene dificultad para lidiar con emociones fuertes. Es posible que tenga problemas para controlar sus emociones y, a menudo, se sienta culpable cuando siente emociones «negativas», como la ira o la tristeza.
6 ¿Por qué es tan importante sanar al niño interior?
Si fuiste abusado, descuidado o traumatizado cuando eras niño, conectarte con tu niño interior puede ayudarte a sanar esas heridas. Cuando estas heridas no son identificadas o curadas, tendemos a responder desde ese lugar herido. Es decir, en lugar de reaccionar como adultos ante las situaciones en las que nos encontramos, reaccionamos desde el trauma.
Y si eres padre, estás recreando una cultura y una herencia. Las heridas y los problemas que no sane se reproducirán y transmitirán a sus hijos.
Cuando miramos hacia el pasado como adultos, tendemos a ver la experiencia desde una perspectiva adulta, en lugar de juzgar o negar el dolor que pudimos haber sentido cuando éramos niños. Si bien ahora sabemos que esta experiencia puede no haber sido un «gran problema» a largo plazo, el dolor que sentimos en ese momento fue honesto, justificado y probablemente todavía tuvo repercusiones. Aprender a conectarnos con nuestros hijos, experimentar el dolor que sienten y sanar esas heridas sin juzgar nos ayuda a lidiar mejor con nuestras propias emociones y necesidades emocionales en el momento.
7 Cómo sanar a tu niño interior
En lugar de dejar que tu niño interior sin saberlo se vuelva contra ti (por miedo y por la necesidad de protegerte a ti mismo), deja que tu niño interior trabaje con tu yo adulto por el bien común.
Los principios generales para sanar al niño interior son: acérquese a su niño interior, gane su confianza, escúchelo y hónrelo cooperando para satisfacer sus necesidades.
Aquí hay cuatro formas de comenzar a explorar y trabajar con su niño interior:
- Terapia: trabajar con un terapeuta puede ayudarlo a explorar su niño interior herido en un entorno seguro y de apoyo. De hecho, si ha sido abusado sexualmente cuando era niño, sufrió abuso emocional grave o tiene una enfermedad mental, se recomienda encarecidamente que busque asesoramiento profesional. Este artículo pretende complementar, no reemplazar, la terapia especializada.
- Meditación guiada: lo llevará en un viaje interior para encontrarse con un niño herido. La meditación guiada puede parecer simple, pero es una forma poderosa de conectarse y comenzar a sanar a su niño interior.
- Hable con el niño interior: después de conocer al niño interior, es importante comunicarse con el niño interior regularmente, a través de asesoramiento o meditación guiada, para ver si se están satisfaciendo sus necesidades. Cada vez que te sientas deprimido, estresado o atascado, tómate un tiempo para sentarte en silencio, entrar y preguntarle a tu niño interior.
¿Que necesitas?
¿Qué quieres que sepa?
¿Cómo puedo ayudarte?
- Escríbele una carta a tu niño interior: siéntate en silencio por un momento, imagínate como un niño, recuerda cómo era ser esa niña (o niño) en el entorno en el que creciste y escribe una carta Cartas, expresando cómo te sientes, cómo ves el mundo, lo que necesitas oír o recibir pero no consigues. A continuación, escribe una carta para devolverle a tu niño interior todo lo que necesita recibir. ¿Qué le dirías a este pequeño niño para consolarlo y hacerle saber que está bien? Dile todas las cosas que desearías haber escuchado cuando eras niño. Dile lo hermoso e inocente que es. Dile lo increíble que es. Dile cuánto lo amas.
Ya sea que tengas treinta u ochenta años, nunca es demasiado tarde para conectarte con tu niño interior y sanarlo. Nunca es demasiado tarde para vivir la libertad de la vida.
Pastor García es un destacado Terapeuta Especialista en Terapia Regresiva Reconstructiva y en escuchar Personas, Consejero Escritor y Coach cuyo trabajo ha influido en la vida de miles de personas en todo el mundo, actualmente reside en Medellín, Colombia. Nacido en una familia con antecedentes de Depresión y enfermedades psicosomáticas, Pastor García fue enseñado sobre la difícil situación de la condición humana desde una edad temprana.
«Lo que es más importante para mí, es que mis pacientes reciban una terapia excepcional, brindada en el contexto de apoyo incondicional, sin prejuicios, aceptación, seguridad y compasión».
Cuando sea apropiado, permíteme alcanzar tu pasado y resolver aquellas cosas que aún pesan en tu alma. Juntos encontraremos una manera de trabajar en ello y encontrar las mejores soluciones para ti.